miércoles, 20 de agosto de 2014

Derrota del equipo

El Real Avilés sale derrotado de El Requexón

Los blanquiazules pierden ante un Real Oviedo B que no conocía la victoria como local en Liga (3-1)



ALINEACIÓN REAL AVILÉS: David, Miguel Suárez, Jeffrey, Boris, Sietes, Juan Díaz, Sergio Rodríguez, Milio, Borja Prieto, Abraham y Naya. Al descanso entraron Ito y Juanín por Naya (lesionado) y Sergio, mediado el segundo tiempo Imanol sustituyó a Milio.

Tropezón inesperado y que puede ser un golpe definitivo en la lucha cuerpo a cuerpo que el Real Avilés mantiene con el Caudal por el primer puesto de la clasificación. El Oviedo B, penúltimo en la tabla, no conocía la victoria en casa y solo había ganado dos partidos en toda la temporada, parecía que podía ser un partido fácil para el Avilés, pero nada más lejos de la realidad. Como se suele decir en estos casos, los nombres y el escudo no ganan los partidos, los partidos se ganan en el campo, y ahí fue mejor el Vetusta.

Después de 22 jornadas de Liga los entrenadores rivales han aprendido la lección, y como el propio Bango reconoció después del partido del Colloto en rueda de prensa, este Avilés es un equipo muy previsible. Fermín intentó seguir la táctica que peor se le está dando al equipo blanquiazul, equipos replegados y con la defensa retrasada para intentar no dejar huecos para balones largos a Naya. Además de eso intentar defender bien las entradas por banda de Milio y Abraham, si es necesario con un segundo jugador que ayude al lateral. Y la estrategia volvió a funcionar.

El Real Avilés empezó llevando la iniciativa pero sin llegar con peligro a la portería carbayona. La primera ocasión reseñable tardó en llegar, en torno a la media hora un disparo desde la frontal de Borja Prieto se fue fuera por poco. A los 40 minutos de partido llegó la jugada clave, Chus Hevia se adentró en el área y Boris lo agarró para evitar que encarara a David. El árbitro no dudó, señaló el punto de penalty y mostró cartulina roja al central avilesino, quizás demasiado rigurosa. El propio Chus Hevia se encargó de transformar la pena máxima e inaugurar el marcador.

El Avilés necesitaba el descanso para replantear el partido e intentar la remontada pero en el descuento llegó un nuevo mazazo. Una falta en el vértice derecho del área avilesina fue lanzado por David González y se coló por el palo corto de la portería defendida por su tocayo Armengol. Casi sin darse cuenta el conjunto blanquiazul se iba al descanso con una desventaja de dos goles y con un jugador menos.

Ricardo Bango decidió mover fichas tras el receso, Ito entró por el lesionado Naya (que se mantuvo en el campo cojeando durante buena parte del primer tiempo) y Juanín sustituyó a Sergio. La posición de los jugadores siguió siendo prácticamente la misma con la única diferencia de que Jeffrey tenía que cubrir todo el centro de la defensa ayudado por Juan Díaz y por Miguel Suárez y Sietes en las bandas. Quizás los cuatro mejores del equipo en el día de hoy.
Y se volvió a cumplir otra de las máximas de este Avilés de Ricardo Bango, tras el descanso el equipo salió enchufado, como hizo hace siete días ante el Colloto y como hizo en casi todos los partidos de esta temporada en los que las cosas no van bien, parece que las broncas de Bango en los descansos tienen efecto inmediato. Sin embargo el dominio no se convirtió en ocasiones de gol hasta pasados 20 minutos y ayudados por el portero local. La salida en falso de Aitor provocó que Catú no tuviese más remedio que cortar con la mano para evitar el remate de un jugador avilesino. Otra vez penalty claro, pero esta vez el colegiado, a diferencia de la acción de Boris, solo le mostró tarjeta amarilla al defensor ovetense. Juan Díaz lanzó y anotó la pena máxima acortando distancias en el marcador.



Parecía que el 2-1 podría llevar a los locales a encerrarse en su área pero no fue así. Con los blanquiazules volcados los ovetenses buscaron tapar huecos atrás para intentar buscar algún contragolpe que matase definitivamente el partido. El primer aviso llegó en un remate de chilena del central Catú que se estrelló en el palo de la portería realavilesina. En el minuto 75 llegaría la puntilla, el recién incorporado Chamorro aprovechó un contraataque llevado por Chus Hevia para batir por bajo a David y subir el 3-1 definitivo al marcador. A partir de ese momento el Avilés bajo los brazos y el Oviedo B dio por bueno el resultado, y no era para menos cuando se trataba del primero de la temporada en su feudo.

Se llegó al final con el 3-1 y los aficionados avilesinos volvían a sus casas con un buen cabreo. La sensación generalizada es de que el equipo en vez de ir a más parece que se encuentra en línea descendente, no se observa capacidad de reacción desde el banquillo, con un Ricardo Bango que repitió alineación por quinta semana consecutiva. Tampoco se observa mucha coherencia en las convocatorias del entrenador gijonés. En el partido de hoy ante la lesión de Naya no le quedó más remedio que colocar a Ito como delantero centro quedándose sin poder de maniobra en los segundos cuarenta y cinco minutos, mientras tanto Fran Mexi se quedó fuera de la lista una semana más. Como las lesiones empiecen a pasar factura al equipo avilesino (algo probable vista la carga de minutos de los jugadores más utilizados) las cosas pueden empezar a ponerse muy cuesta arriba de cara a un posible playoff. De momento el Caudal sigue a lo suyo y ya está a ocho puntos.

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